¿Por qué entrenar despacio?

Desarrollar la base sobre la que se sustenta todo entrenamiento de mayor intensidad realizado, favorecer la recuperación o compensar la fatiga de las sesiones de entrenamiento intenso son razones más que justificadas del porqué rodar suave. ¿Kilómetros “basura”? No, kilómetros necesarios si lo que buscamos en mejorar nuestro rendimiento. Además, en relación al efecto en el organismo de una competición o sesión de alta intensidad, según del Águila et al. (2000): “los efectos de una contracción excéntrica no son únicamente a nivel mecánico (microroturas musculares), sino que además tienen una consecuencia metabólica importante”.