En toda programación a largo plazo, una vez planteados objetivos (principales y secundarios) y analizado el punto de partida, debemos plantear los siguientes periodos:
- Periodo básico.
- Periodo específico.
- Periodo competitivo.
Periodo básico. Entrenar para entrenar
Es la típica “pretemporada” en la que, tras una fase de descanso, el objetivo es crear una buena base para entrenar más y mejor en el siguiente periodo. En una preparación para carreras de fondo, es importante el desarrollo de la condición física, es decir, la fuerza mediante circuitos, trabajo en gimnasio y cuestas, y de la capacidad aeróbica.
Dependiendo de la experiencia del atleta la duración de este periodo variará, siendo mayor para el atleta novel.
Ciclismo, bicicleta elíptica, senderismo… Cualquier método complementario para el desarrollo de la resistencia aeróbica nos ayudará a crear una buena base para, en el siguiente periodo, poder entrenar más y mejor.
Periodo específico. Entrenar para mejorar
Se caracteriza por ser el periodo de mayor carga de entrenamiento, tanto de volumen como de intensidad.
A la vez que mantendremos los niveles de fuerza alcanzados en el anterior periodo, sustituiremos las sesiones de cuestas por cambios de ritmo, aumentaremos la duración de los “rodajes” (sesiones de carrera continua para el desarrollo de la capacidad aeróbica), comenzaremos con sesiones de repeticiones de determinadas distancias, las comúnmente denominadas “series”. Por ejemplo, para el desarrollo de la capacidad anaeróbica láctica: repeticiones de 300, de 400, de 500… Para el desarrollo de la potencia aeróbica: repeticiones de 1000, de 2000, de 3000… Es importante en estos entrenamientos de calidad la intensidad a la que realicemos cada repetición y la recuperación entre repeticiones, ya que en función de la duración de esta en entrenamiento tendrá efectos diferentes.
Periodo competitivo. Entrenar para competir
Se caracteriza por un notable descenso del volumen de entrenamiento con el fin de llegar en el estado óptimo a la competición.
No quemar etapas
Si buscamos la mejora del rendimiento debemos tener claro que cada periodo no tiene sentido si no hemos realizados el periodo anterior. De no hacerlo así, acortaremos nuestra “vida atlética” y correremos mayor riesgo de lesiones.
Continuidad, progresión, adaptación… Los principios del entrenamiento deportivo, tanto a lo largo de una temporada como de la vida deportiva de un atleta, son aspectos a tener siempre en cuenta.